El 114 atiende únicamente llamados por reparaciones, y encima anda mal. Existirá un 114 para el 114? te preguntas, pero antes de poder responderte a ti mismo el ventilador de techo que tenías prendido se desprende y deja de ser “de techo”. Las aspas que todavía giran a alta velocidad te degollan y tu cabeza queda separada de tu cuerpo, todo regado de sangre. Aún tu cabeza tiene un mínimo de oxígeno para emitir su último pensamiento, corto y preciso: La próxima, un aire acondicionado.
Fin.
(si eres tramposo seguro ganas)
|